Lindo video

Los deseos de la gente.

Primer asado en el ph








Anticipando el día del amigo, se vinieron varios a comer un asadito y a conocer el PH.

Lo prometo


Vuelve el calorcito y retomo la bici como medio de transporte. El auto te hamburguesea demasiado.

Esas pequeñas cosas que no valoramos


Si nos ponemos a pensar hay doscientas mil cosas a las que estamos acostumbrados a tener o usar y que no valoramos hasta el día que no las tenemos. En mi caso pasó que meses atrás, tuve problemas con el agua en mi antigua casa y bañarse o lavarse los dientes empezó a ser toda una odisea. Había que esperar que cargue un tanque, que la bomba se digne a funcionar, que los porteros de otros edificios no hayan lavado las veredas, que los caños no se tapen, etc. En fin, todo un bardo. Esta semana me pasó de ir al baño en la agencia y darme cuenta (obviamente que después se haber consumado el acto) que no había papel higiénico. Tuve que esperar un rato hasta que un alma caritativa pase y con mucho disimulo gritarle para que alcance un poco. Y fue en ese mismísimo instante donde aprendí que el papel higiénico que tan barato sale, tantas alegrías nos brinda.

Nuevo Nido

Por 5ta vez en 6 años me mudé. Aca van algunas fotos en plena mudanza.








Las nuevas adicciones


Así como a algunos les pegó por mirar gran hermano a un punto que se eclipsaban viendo un plano fijo de un lavarropas dando vueltas, a otros les da por chequear el mail cada 15 segundos, o peor, a otros les pasa que no dejan de mirar el celular por más que no suene creyendo que si no llaman es porque anda mal, a mí últimamente me dio por bajar música de la red. Les juro es adictivo.

De que te vas a disfrazar


Siempre el mismo dilema, te llega una invitación para una fiesta de disfraces y, salvo que seas el marciano (ver post anterior), te chocás con la triste realidad que no se te ocurre nada bueno para ponerte. Así es como llegás con tu máscara de luchador mexicano, creyendo (solo vos lo crees) que la vas a romper y resulta que hay 5 máscaras de luchador mexicano. Y lo peor de todo que ni siquiera te deja chupar la máscara. Y tu tristeza se acrecienta al ver a esos dos o tres disfrazados de karatekas con sus trajes prestados re pedorros. Triste panorama.

En las mujeres, tampoco abunda la creatividad, porque salvo las gatubelas de buen lomo, abundan las geishas mal pintadas que con una tela triste simil sábana simulan un kimono. Ni las sandalias de madera se ponen. Y llega la cresta de la depresión cuando empezás a ver que el 50 por ciento de la gente ni siquiera se disfrazó. Así que a través de este blog propongo dos cosas:

1)O suspendemos las fiestas de disfraces y las reemplazamos por las del sombrero, las del semáforo o las que se les cante.
2) Mejoramos la performance de los disfraces. En ese caso les pediría armar una cadena solidaria con distintas propuestas de disfraces para que aquel que lo necesite, pueda visitar La Grulla y encontrar una respuesta.