Un domingo distinto

Por primera vez en el año amanecí un domingo antes de las 11 de la mañana. El motivo fue por trabajo y pintaba que iba a ser muy duro pero fue todo lo contrario. Arranque para Puerto Madero con un frío terrible para ver y tratar de ajustar detalles en la carrera de Adidas. Ni bien llegué me encontré con que todos los que ahí estaban se encontraban sonrientes. Al rato empezaron a caer los corredores y eso fue lo más interesante de todo. Fue sorprendente, por lo menos para mí, ver la buena onda que tienen entre todos. La mayoría no se vio en la vida, pero parecían conocerse desde chicos. Todo el mundo alienta, todo el mundo le desea lo mejor al otro, todos se dan consejos. La carrera duró dos horas así que al mediodía ya estaba liberado luego de haber visto un espectaculo deportivo genial. Se los aconsejo por más que no vayan a correr, vayan a ver la fiesta de los corredores.








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